Chozo de los Castaños
A su paso por Villar del Olmo, las cañadas agropecuarias han
dejado múltiples testimonios de la actividad ganadera y pastoril, que han
marcado la Historia del municipio y, en cierta medida, sus costumbres y
arquitectura.
A lo largo del término municipal se jalonaban distintas
construcciones como chozos y corrales de ganado, hoy en muy diferentes grados
de conservación.
Más de una veintena de chozos se han localizado en el
término de Villar del Olmo, lo que constituye un considerable patrimonio y una
privilegiada fuente para el estudio de los flujos migratorios, hábitos e
incluso dan cuenta del tamaño y la calidad de las cabañas ganaderas que
hicieron de Villar un referente en la zona durante siglos.
A pesar de que se han localizado varios chozos de planta
rectangular, en Villar predominan los chozos de planta circular, situadas con
la esquina de los corrales o próximos a ellos. Es el caso del Chozo de los
Castaños, el mejor conservado, datado en 1887.
Ubicado a 4 kilómetros del núcleo urbano, el chozo está
construido en piedra, revocada tanto al interior, algo muy poco habitual, como
al exterior. Está cubierto con una falsa cúpula que deja un óculo en su clave
para permitir la salida del humo del fuego que los pastores solían hacer en su
interior para calentarse y cocinar. Esta joya de la ingeniera rural tiene un
diámetro exterior de 3,60 metros y una altura que supera los 4 metros.
Un camino separa el chozo de sus corrales, cuya planta rectangular se halla dividida en dos partes, una de las cuales cuenta con un pequeño establo para mulas adosado al muro, lo que da cuenta de la importancia y el uso de esta construcción catalogado como un magnífico ejemplo del patrimonio ganadero de la Comunidad del Madrid.