Vistas al Palacio de Goyeneche
En los primeros años del siglo XVIII, don Juan de Goyeneche
funda Nuevo Baztán, a caballo entre los términos de Olmeda y Villar del Olmo.
En el Acta del Ayuntamiento de Villar del 7 de agosto de 1721 quedó así
reflejado:
“…Por querernos y
querer tantearnos de dichos derechos de alcabalas y cientos enajenados de la
Corona Real, y que hoy día de la fecha están a favor de don Juan de Goyeneche,
vecino de la villa de Madrid, de que tenemos puesto pleito pendiente ante dicho
su Magnífico y Señores de su Real Consexo; y sobre que nos restituya mucha
porción de término y jurisdicción que nos tiene dicho don Juan de Goyeneche en
su término y jurisdicción”.
Años más tardes, el 5 de octubre de 1723, el arzobispo de
Toledo aprueba y confirma por auto dos escrituras de obligación otorgadas por
don Juan de Goyeneche, la segunda de ellas de venta por doña Agustina Muñoz
Sanz Galindo, viuda del licenciado don Sebastián de Collazos Paniagua, abogado
de los Reales Concejos y vecino de la villa de Madrid, en la cual compraba una
serie de terrenos por 40.000 reales de vellón, registrada el 6 de octubre de 1716
que aglutinaba:
“62 pedazos de tierra,
que tenía 367 fanegas y media de trigo de sembradura; dos pedazos de olivares
con 150 olivos; una viña de 1.000 vides; 13 pedazos de cañamares, con unas 16
fanegas y ocho celemines de cañamón en sembradura; cinco pedazos de alamedas;
una casa; dos pedazos de eras de trillar pan y dos molinos de cubeta. Todos
estos bienes están en el término y jurisdicción de Villar del Olmo”.
Una compra que desembocaría en un conflicto aún hoy sin
resolver y que mermó considerablemente el término municipal de Villar, en lo
que hoy constituye la mayor parte de Eurovillas, en favor del todopoderoso don
Juan de Goyeneche.
Desde su base de operaciones en la cercana Olmeda de las
Fuentes, por aquel entonces de la Cebolla, el entonces tesorero de las reinas,
conformó un conglomerado empresarial que tuvo su exponente en la construcción
de Nuevo Baztán. Un reflejo de las ideas ilustradas de Don Juan de Goyeneche y
de la visión de futuro del ministro francés Colbert y llevadas a cabo por el
ingenioso arquitecto Don José de Churriguera.
Fue especialmente importante la fábrica de tejidos y cuero,
destinados al suministro del Ejército, así como una serie de fábricas de
productos de lujo, como zapatos, sombreros, complementos de seda, colonias,
confiterías, vidrios finos, etc.
La cercanía de los terrenos adquiridos por Goyeneche -se
dice que, hasta entonces, el término de Villar llegaba hasta las puertas del
mismísimo palacio- explica las vistas de las torres del complejo palaciego y de
la iglesia adyacente de San Francisco Javier, patrón de los navarros.
Obra del arquitecto José de Churriguera, la iglesia parroquial está catalogada como Monumento Histórico Artístico desde 1941 y el conjunto monumental es está declarado Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid desde el año 2000.